Alejandra
Alejandra es pedagoga, hija y amiga vive en un departamento que comparte con una amiga en el sur del Distrito Federal. Tiene 27 años y no tiene empacho en decirlo. Más raro aún, tiene amigos que la ven de menor edad. En la vida de Ale, la pedagoga, todo pasa muy rápido, como amiga disfruta cada momento y como hija quisiera dar más, pero no hay lugar para lamentos, pues responsable y objetiva la educaron. Su vida ha sido rápida y aventurada, y hasta ahora ha sobrevivido (calculando, imaginando, deseando) levantándose, disfrutando y aprendiendo del día a día.
Ale va todos los domingos a casa de sus papás y se deja consentir. Teme no tener suficientes energías para hacer, pensar y seguir soñando en esta realidad. Eso es lo que ha visto que a las personas les pasa en esta realidad, eso teme. Su voz es muy rara, a veces aguda y a veces rasposa pero le gusta porque es graciosa, habla mucho y se angustia si no logra conectar con los otros y ríe mucho, y de todo, es muy simple y a veces hasta boba. Tiene un aire a su papá, aunque en el carácter se parece más a su mamá. Pero tal vez no es más parecida a uno que a otro sino una rara creación de los caminos que ha recorrido en la vida.
Ale, como le gusta que le llamen, es alta, y morena, lo cual le agrada, aunque le gustaría estar más delgada, tiene el cabello negro de manera natural. Con esa misma naturalidad dice que le gusta vestir de ese color porque le parece elegante y enigmático, pero ahora le gusta el morado, el azul le da tranquilidad y la canción de Cyndi Lauper “trae colors” le recuerda cosas hermosas.
Ale va todos los domingos a casa de sus papás y se deja consentir. Teme no tener suficientes energías para hacer, pensar y seguir soñando en esta realidad. Eso es lo que ha visto que a las personas les pasa en esta realidad, eso teme. Su voz es muy rara, a veces aguda y a veces rasposa pero le gusta porque es graciosa, habla mucho y se angustia si no logra conectar con los otros y ríe mucho, y de todo, es muy simple y a veces hasta boba. Tiene un aire a su papá, aunque en el carácter se parece más a su mamá. Pero tal vez no es más parecida a uno que a otro sino una rara creación de los caminos que ha recorrido en la vida.
Ale, como le gusta que le llamen, es alta, y morena, lo cual le agrada, aunque le gustaría estar más delgada, tiene el cabello negro de manera natural. Con esa misma naturalidad dice que le gusta vestir de ese color porque le parece elegante y enigmático, pero ahora le gusta el morado, el azul le da tranquilidad y la canción de Cyndi Lauper “trae colors” le recuerda cosas hermosas.
Jessica BO
Jessica es una mujer cosmopolita, que habita en el siglo XXI en México. Tiene 27 años y no tiene hijos Más raro aún, tiene un novio que la hace feliz en estos días donde el amor es verdaderamente complicado para una mujer que asume varios roles en esta sociedad. En la vida de¬ Jessica no hay lugar para pensar en ser un ama de casa pues su educación y aspiraciones le piden más esfuerzo de su parte. Su vida ha sido maravillosa y llena de oportunidades y hasta ahora ha sobrevivido gracias a la educación y amor que le han dado sus padres y familia y a la oportunidad de tener una formación profesional en la UNAM.
Jessica va todos los domingos a la iglesia no disfruta de las misas por lo que acude únicamente para buscar un momento de reflexión y poder hablar con dios, y le pide por el desarrollo de oportunidades, el amor, su familia, su novio y le agradece por la salud y el trabajo. Teme que el mundo termine por deshumanizarse que las oportunidades se sigan acortando, que las guerras por el poder y las adquisiciones económicas continúen y las sociedades se sigan contaminando y esto no le permita formar una familia en un ambiente tranquilo y con equilibrio. Eso es lo que Jessica teme. Su voz es muy fuerte, habla sin temores y se expresa libremente y ríe con frecuencia. Tiene un aire tan fuerte como un torbellino. Pero tal vez no es tan fuerte, sino sensible y tranquila.
Jessica es de estatura media, erguida y delgada tiene su cabello que conserva su color natural. Con esa misma naturalidad dice que siempre lo que piensa porque cree que la verdad es lo que da la libertad.
Jessica va todos los domingos a la iglesia no disfruta de las misas por lo que acude únicamente para buscar un momento de reflexión y poder hablar con dios, y le pide por el desarrollo de oportunidades, el amor, su familia, su novio y le agradece por la salud y el trabajo. Teme que el mundo termine por deshumanizarse que las oportunidades se sigan acortando, que las guerras por el poder y las adquisiciones económicas continúen y las sociedades se sigan contaminando y esto no le permita formar una familia en un ambiente tranquilo y con equilibrio. Eso es lo que Jessica teme. Su voz es muy fuerte, habla sin temores y se expresa libremente y ríe con frecuencia. Tiene un aire tan fuerte como un torbellino. Pero tal vez no es tan fuerte, sino sensible y tranquila.
Jessica es de estatura media, erguida y delgada tiene su cabello que conserva su color natural. Con esa misma naturalidad dice que siempre lo que piensa porque cree que la verdad es lo que da la libertad.
Ismene
Ismene es mexicana y vive en Naucalpan. Tiene 26 años y no tiene miedo. Más raro aún, tiene preguntas. En la vida de Ismene no hay lugar para rendirse, pues hay mucho por que luchar. Su vida ha sido fascinante, y hasta ahora ha sobrevivido imaginando.
Ismene va todos los domingos al cine y a caminar. Teme hacer siempre lo mismo y que el día a día pierda ese suspenso. Eso es lo que más teme. Su voz es muy fuerte, habla poco, atropellando sus palabras y ríe relajadamente. Tiene un aire altanero . Pero tal vez no es altanería sino precaución.
Ismene es bajita y medio flaquita, medio llenita tiene ese sentir natural. Con esa misma naturalidad dice que está en este diplomado porque le urge titularse.
Ismene va todos los domingos al cine y a caminar. Teme hacer siempre lo mismo y que el día a día pierda ese suspenso. Eso es lo que más teme. Su voz es muy fuerte, habla poco, atropellando sus palabras y ríe relajadamente. Tiene un aire altanero . Pero tal vez no es altanería sino precaución.
Ismene es bajita y medio flaquita, medio llenita tiene ese sentir natural. Con esa misma naturalidad dice que está en este diplomado porque le urge titularse.
Mariana
Mariana es una chica nacida en Veracruz, sin embargo nunca radico en esa región, curiosamente vivió y creció en la costa pero del mar caribe.
A sus 22 años casi 23 no tiene a su familia viviendo con ella pues vino a probar suerte en esta ciudad, mas raro aun tiene 6 años de vivir lejos de ellos.
En la vida de Mariana no hay lugar para los sueños fallidos. Su vida ha asido difícil pero las perdidas en su vida la han hecho más fuerte y hasta ahora ha sobrevivido al desamor y la tristeza de tener lejos a su familia.
Mariana va todos los domingos al país de las maravillas a refugiarse y estar en su mundo ideal. Teme despertarse y darse cuanta que ha vivido en un largo sueño. Eso es lo que mas teme.
Su voz es muy suave habla sin pensar y ríe hasta cuando esta a solas. Tiene un aire soñador, pero talvez no es soñadora sino distraída y meditativa.
Mariana no es alta, su complexión es delgada tiene un donnatural para entender a las personas. Con esa misma naturalidad dice que cree que sienten porque le basta conocerlas un poco para percibir de su personalidad.
A sus 22 años casi 23 no tiene a su familia viviendo con ella pues vino a probar suerte en esta ciudad, mas raro aun tiene 6 años de vivir lejos de ellos.
En la vida de Mariana no hay lugar para los sueños fallidos. Su vida ha asido difícil pero las perdidas en su vida la han hecho más fuerte y hasta ahora ha sobrevivido al desamor y la tristeza de tener lejos a su familia.
Mariana va todos los domingos al país de las maravillas a refugiarse y estar en su mundo ideal. Teme despertarse y darse cuanta que ha vivido en un largo sueño. Eso es lo que mas teme.
Su voz es muy suave habla sin pensar y ríe hasta cuando esta a solas. Tiene un aire soñador, pero talvez no es soñadora sino distraída y meditativa.
Mariana no es alta, su complexión es delgada tiene un donnatural para entender a las personas. Con esa misma naturalidad dice que cree que sienten porque le basta conocerlas un poco para percibir de su personalidad.
Aníbal David
David es profesor en Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Sur. Tiene 31 años y no tiene la independencia y libertad que desearía. Más raro aún, ha tenido más mascotas que amigos de verdad. En la vida de David no hay lugar para la vida de pareja, pues ha recibido un duro golpe que lo ha marcado y antes de pensar en ello debe procurarse un patrimonio. Su vida ha sido difícil, y hasta ahora ha sobrevivido tratando de tomar cada oportunidad que se cruza en su camino y le permita salir avante.
David va casi todos los domingos a visitar a su ahijada Sofía para salir a desayunar y convivir con ella un rato, pues es una niña de apenas 10 años muy dediacada, inteligente y va muy bien en la escuela. Teme que ella pierda el gusto e interés en la escuela, pues tiene ideas muy diversas sobre el llegar a los quince años donde ella cree que será todo más fácil en su vida si comienza a trabajar. Eso es lo que David teme y por ello quiere ayudarla, tratar de aconsejarla y orientarla. Su voz es muy baja, habla poco y ríe mucho menos. Tiene un aire de paz que llega a contagiar. Pero tal vez no es paz sino una forma de evadir la soledad de la cual está invadido.
David es de estatura media delgado y panzón, tiene un temple de acero natural. Con esa misma naturalidad dice que desea no dejar nunca de trabajar porque le encanta poder viajar por el país como ha empezado a hacer desde hace ya casi año y medio en cada escape que puede darse él mismo.
David nació en una familia de bajos recursos, vivió hasta los nueve años en la Ciudad de México, se fue a vivir a un pueblo en el municipio de Guadalupe Victoria en el Estado de Puebla hasta los 12, allí, aprendió a hacer pan. Luego regresó al Distrito Federal, donde estudió desde la secundaria hasta la universidad. Trabajó en una tienda de abarrotes, lavando coches, barriendo hojas de jardines y banquetas, y un par de años como chalán de un albañil. Al entrar a la universidad obtuvo un trabajo de oficina, creando oficios, cartas y realizando algnas otras labores de vinculación. También preparaba presentaciones, hacía gráficos y estadísticas para mostrar avances, ganancias, pérdidas e inventarios en el negocio donde se encontraba.
A manera de anécdota, a David le tocó participar en el año de 2003 en el nacimiento de sus gatos, a los cuáles les puso nombres de músicos clásicos. Eran cuatro creaturas interesantes, cada una con su propio yo muy bien definido. Cuando empezaban a curiosear por el mundo, comenzaron a tener una actividad nocturna muy activa. Al llegar David de trabajar, mucho más tarde de lo acostumbrado, ya muy entrada la noche, no prendió la luz para no molestar a nadie, los tres machos brincaron encima de él, y lo mordieron y arañaron muy fuerte. Que bueno que no eran perros, porque no estaban jugando. Su mamá dado esto, terminó regalándolos.
David va casi todos los domingos a visitar a su ahijada Sofía para salir a desayunar y convivir con ella un rato, pues es una niña de apenas 10 años muy dediacada, inteligente y va muy bien en la escuela. Teme que ella pierda el gusto e interés en la escuela, pues tiene ideas muy diversas sobre el llegar a los quince años donde ella cree que será todo más fácil en su vida si comienza a trabajar. Eso es lo que David teme y por ello quiere ayudarla, tratar de aconsejarla y orientarla. Su voz es muy baja, habla poco y ríe mucho menos. Tiene un aire de paz que llega a contagiar. Pero tal vez no es paz sino una forma de evadir la soledad de la cual está invadido.
David es de estatura media delgado y panzón, tiene un temple de acero natural. Con esa misma naturalidad dice que desea no dejar nunca de trabajar porque le encanta poder viajar por el país como ha empezado a hacer desde hace ya casi año y medio en cada escape que puede darse él mismo.
David nació en una familia de bajos recursos, vivió hasta los nueve años en la Ciudad de México, se fue a vivir a un pueblo en el municipio de Guadalupe Victoria en el Estado de Puebla hasta los 12, allí, aprendió a hacer pan. Luego regresó al Distrito Federal, donde estudió desde la secundaria hasta la universidad. Trabajó en una tienda de abarrotes, lavando coches, barriendo hojas de jardines y banquetas, y un par de años como chalán de un albañil. Al entrar a la universidad obtuvo un trabajo de oficina, creando oficios, cartas y realizando algnas otras labores de vinculación. También preparaba presentaciones, hacía gráficos y estadísticas para mostrar avances, ganancias, pérdidas e inventarios en el negocio donde se encontraba.
A manera de anécdota, a David le tocó participar en el año de 2003 en el nacimiento de sus gatos, a los cuáles les puso nombres de músicos clásicos. Eran cuatro creaturas interesantes, cada una con su propio yo muy bien definido. Cuando empezaban a curiosear por el mundo, comenzaron a tener una actividad nocturna muy activa. Al llegar David de trabajar, mucho más tarde de lo acostumbrado, ya muy entrada la noche, no prendió la luz para no molestar a nadie, los tres machos brincaron encima de él, y lo mordieron y arañaron muy fuerte. Que bueno que no eran perros, porque no estaban jugando. Su mamá dado esto, terminó regalándolos.
Antonio Carlos
Antonio Carlos es pedagogo egresado de la UNAM en 1986 nació en México D.F. Tiene 24 años y no tiene esposa ni hijos. Más raro aún, tiene casi 7 años con una chica pero pronto será su esposa. En la vida de Antonio no hay lugar para los fracasos, pues el tiene grandes aspiraciones y sueños que cumplir. Su vida ha sido muy alegre, rodeada de felicidad a lado de sus familiares y amigos queridos y hasta ahora ha sobrevivido los embates del destino.
Antonio va todos los domingos a practicar futbol y nunca falta el apoyo de su compañera. Teme que no pueda desempeñarse como el profesional que el desea, haciendo lo que a el le gusta. Eso es a lo que Antonio le teme. Su voz es muy gruesa, habla muy poco y ríe demasiado. Tiene un aire de tranquilidad los fines de semana. Pero tal vez no es suficiente para retomar fuerzas para la próxima semana.
Antonio es alto y robusto, tiene gracia natural. Con esa misma naturalidad dice que desea triunfar y ser feliz en esta vida porque esta vida es única y hay que vivirla al máximo.
Antonio va todos los domingos a practicar futbol y nunca falta el apoyo de su compañera. Teme que no pueda desempeñarse como el profesional que el desea, haciendo lo que a el le gusta. Eso es a lo que Antonio le teme. Su voz es muy gruesa, habla muy poco y ríe demasiado. Tiene un aire de tranquilidad los fines de semana. Pero tal vez no es suficiente para retomar fuerzas para la próxima semana.
Antonio es alto y robusto, tiene gracia natural. Con esa misma naturalidad dice que desea triunfar y ser feliz en esta vida porque esta vida es única y hay que vivirla al máximo.
Evangelina
Evangelina es una mujer como tantas, como casi todas, que trabaja incansablemente y se esfuerza día a día para jugar lo mejor posible todos los roles que tiene: profesora de educación secundaria, esposa, madre y estudiante.
Vive en Naucalpan, Estado de México. Tiene cincuenta y dos años, y toda una vida por delante, para hacer todavía, muchas… muchas cosas.
Trabaja en una secundaria pública, impartiendo las materias de Formación Cívica y Ética, Geografía y Educación Ambiental con adolescentes de doce a dieciséis años, muy desprotegidos, muy vulnerables, en una zona popular, muy pobre. Ya pudo haberse jubilado, pero está convencida que todavía puede ser útil.
Y raro, le gusta mucho su trabajo. No se imagina dando clases en otro nivel, siente que ahí no sería fructífero lo que hace, que no tendría mérito. Piensa que no sería interesante tratar con gente dispuesta, que quiera hacer lo que se le pide y ponga atención.
Lo emocionante, para ella es lograr agunas cosas con alumnos que no quieren hacer nada, que no están motivados, que no tienen esperanza en el futuro. Trata de poner su granito de arena para que el mundo y su país sean menos malos.
Sueña, espera y tiene confianza en que sus queridos niños aprendan a cuidar el medio ambiente, a no discriminar, a no ser homofóbicos y a conocer y exigir sus derechos. Evangelina no se da tiempo para el cansancio, la desgana o la flojera, pues ama la vida y vivir, para ella es eso, estar activa, andar corriendo, ir a trabajar, estar al cuidado de su familia. Es casada y tiene dos hijos que no le dan problemas, sólo satisfacciones, resultado de que su compañero siempre está ahí, apoyando en todo.
Siempre ha sido así, no sobrevive,… VIVE. Es feliz, goza, y disfruta todo lo que hace.
Esta mujer se levanta todos los días a las 5:30, se dirige a su escuela, dispuesta a luchar contra el deficiente sistema educativo en que está insertada, contra los precarios programas, contra la apatía de sus estudiantes.
Pero Evangelina también tiene sus temores. Le preocupa no lograr nada, no dejar huella, no poder modificar actitudes. Eso es lo que más teme.
Su voz es fuerte y ronca, se ha hecho así de tanto gritar: “siéntense, cállense, pongan atención, escuchen”.
Se contagia de la alegría y juventud de sus niños, también de sus locuras. Se divierte y se regocija de sus triunfos y sufre sus derrotas.
Pero, se hace la estricta, la enojona. No porque sea así, es su estrategia para la convivencia, para la coexistencia y el entendimiento con todos esos muchachitos con los que trata.
En cuanto a su físico, Evangelina, es como la mayoría de las mexicanas, de estatura media, no tiene nada que se pueda decir especial, pero eso poco le importa. Se aprecia como es, con lo que tiene. Lo acepta y lo valora.
Vive en Naucalpan, Estado de México. Tiene cincuenta y dos años, y toda una vida por delante, para hacer todavía, muchas… muchas cosas.
Trabaja en una secundaria pública, impartiendo las materias de Formación Cívica y Ética, Geografía y Educación Ambiental con adolescentes de doce a dieciséis años, muy desprotegidos, muy vulnerables, en una zona popular, muy pobre. Ya pudo haberse jubilado, pero está convencida que todavía puede ser útil.
Y raro, le gusta mucho su trabajo. No se imagina dando clases en otro nivel, siente que ahí no sería fructífero lo que hace, que no tendría mérito. Piensa que no sería interesante tratar con gente dispuesta, que quiera hacer lo que se le pide y ponga atención.
Lo emocionante, para ella es lograr agunas cosas con alumnos que no quieren hacer nada, que no están motivados, que no tienen esperanza en el futuro. Trata de poner su granito de arena para que el mundo y su país sean menos malos.
Sueña, espera y tiene confianza en que sus queridos niños aprendan a cuidar el medio ambiente, a no discriminar, a no ser homofóbicos y a conocer y exigir sus derechos. Evangelina no se da tiempo para el cansancio, la desgana o la flojera, pues ama la vida y vivir, para ella es eso, estar activa, andar corriendo, ir a trabajar, estar al cuidado de su familia. Es casada y tiene dos hijos que no le dan problemas, sólo satisfacciones, resultado de que su compañero siempre está ahí, apoyando en todo.
Siempre ha sido así, no sobrevive,… VIVE. Es feliz, goza, y disfruta todo lo que hace.
Esta mujer se levanta todos los días a las 5:30, se dirige a su escuela, dispuesta a luchar contra el deficiente sistema educativo en que está insertada, contra los precarios programas, contra la apatía de sus estudiantes.
Pero Evangelina también tiene sus temores. Le preocupa no lograr nada, no dejar huella, no poder modificar actitudes. Eso es lo que más teme.
Su voz es fuerte y ronca, se ha hecho así de tanto gritar: “siéntense, cállense, pongan atención, escuchen”.
Se contagia de la alegría y juventud de sus niños, también de sus locuras. Se divierte y se regocija de sus triunfos y sufre sus derrotas.
Pero, se hace la estricta, la enojona. No porque sea así, es su estrategia para la convivencia, para la coexistencia y el entendimiento con todos esos muchachitos con los que trata.
En cuanto a su físico, Evangelina, es como la mayoría de las mexicanas, de estatura media, no tiene nada que se pueda decir especial, pero eso poco le importa. Se aprecia como es, con lo que tiene. Lo acepta y lo valora.
Erika
Erika es una mujer activa, inteligente y soñadora, vive en Naucalpan y trabaja en la FES Acatlán, un lugar hermoso, lleno de campos verdes, plagados de jóvenes que le dan vida a ella y al lugar. Tiene 36 años, es soltera y ha decidido no tener hijos, eso no sé si sea raro, lo realmente raro es que desea tener un compañero de vida y no lo tiene aún. En la vida de Erika, no hay lugar para la tristeza, pues tiene claros sus objetivos de vida y disfruta de sus pasiones, le gusta llenarse de proyectos, consentirse y cuestionarse los temas más importantes de su vida. Ésta no ha sido más complicada que la de cualquier mujer, se vive y se reinventa a sí misma cada día, ha vivido estos años deseando que esa persona llegue -y aunque no llega aún- sonríe ante todo y le encanta disfrutar los momentos maravillosos de la vida. Ha aprendido a cuidarse, a procurarse salud y cariño. Sus amigos la quieren y la nutren de amor, sueña todos los días con estar al lado de un hombre inteligente, cariñoso, y divertido con el cual compartir tiempo y espacio. Teme, no a la soledad de su habitación, pues en ella disfruta momentos de descanso, de escritura y libertad, sino a que esa persona jamás llegue. Eso es lo que realmente teme. Su voz es firme, habla fuerte y sonríe, siempre sonríe. A veces tiene un aire de nostalgia en su mirada, quizá porque la espera ha sido larga, muy larga, pero ella confía y se reconforta a sí misma cuando necesita llorar.
El hombre con el que sueña es claro en emociones y alto en aspiraciones, tiene una forma de ser natural y esa misma naturalidad la conquista, la seduce y la llena de pasión. Cada día despierta, llena de confianza porque está segura de que esa espera valdrá la pena y ese hombre llegará pronto, muy pronto a su vida y a su corazón.
El hombre con el que sueña es claro en emociones y alto en aspiraciones, tiene una forma de ser natural y esa misma naturalidad la conquista, la seduce y la llena de pasión. Cada día despierta, llena de confianza porque está segura de que esa espera valdrá la pena y ese hombre llegará pronto, muy pronto a su vida y a su corazón.
Ángeles
Angeles es una mujer algo tímida que vive en (un departamento, ubicado en la delegación Gustavo a. madero). Su edad es 35 años y tiene dos hijos hermosos de dos y seis años. Más raro aún, tiene varias mascotas en su casa, dos perros, una tortuga, nueve peces y un perico. En la vida de Angeles no hay lugar para nadie más en su casa, pues ya son demasiados. Su vida ha sido muy normal con algunas dificultades para poder lograr sus objetivos pero al final siempre se sale con la suya, le ha sido difícil atender a sus hijos y trabajar a la vez, pero su familia ha sido fundamental para ella ya que la apoyan en todo, y hasta ahora ha sobrevivido (calculando, imaginando, deseando) ser mejor persona cada día, superarse y dejarles a sus hijos un ejemplo de que con esfuerzo y dedicación se pueden conseguir las cosas que uno se proponga. Es profesora de educación preescolar actual mente atiende a niños de 5 años, por lo que tiene un gran reto, ya que tiene que prepararlos para su ingreso a la primaria. Angeles va todos los domingos al parque o a alguna feria ya que es el único día que puede estar todo el día con sus hijos y llevarlos a jugar. Teme enfermarse y que la puedan despedir de su trabajo. Eso es lo que le angustia. Su voz es normal, habla mucho con sus amigos y ríe mucho. Tiene un aire de sencillez. Pero tal vez no es muy afecta a salir de viaje o ir al cine sola, por el contrario le gusta ir acompañada.
Ella es (de estatura baja, tiene el cabello pintado de rojo,) su aspecto es natural. Con esa misma naturalidad dice como es ella porque le gustaría que la conocieran un poco más como persona.
Ella es (de estatura baja, tiene el cabello pintado de rojo,) su aspecto es natural. Con esa misma naturalidad dice como es ella porque le gustaría que la conocieran un poco más como persona.
Aarón
Aarón es un programador en Coacalco. Tiene 31 años es casado y no tiene hijos. Más raro aún, siente que no le hace falta tenerlos porque percibe a sus sobrinos como tales. En la vida de Aarón no hay lugar para el enojo o lo malos ratos, pues sabe que al enfadarse solo se daña a sí mismo, además nunca esta donde no quiere estar. Su vida ha sido hermosa, constante y sin sobresaltos, y hasta ahora se siente satisfecho con ella, realiza lo que se propone, lento pero seguro.
Aarón va todos los domingos a visitar a sus familiares, propios o políticos y trata siempre de expresarles su aprecio y agradecimiento por acompañarlo a ser quien es, a él y a su esposa. Teme perderlos algún día pero entiende que nadie es eterno. Eso es lo que Aarón teme. Su voz es escasa, habla poco y ríe mucho. Tiene un aire serio en su semblante. Pero es solo una fachada que se desvanece cuando intima con las personas que le rodean.
Aarón es alto y regordete, tiene una comicidad natural. Con esa misma naturalidad dice que disfruta cada etapa de su vida sin extrañar lo que ya pasó y sin añorar en exceso lo que aun no ha vivido.
Aarón va todos los domingos a visitar a sus familiares, propios o políticos y trata siempre de expresarles su aprecio y agradecimiento por acompañarlo a ser quien es, a él y a su esposa. Teme perderlos algún día pero entiende que nadie es eterno. Eso es lo que Aarón teme. Su voz es escasa, habla poco y ríe mucho. Tiene un aire serio en su semblante. Pero es solo una fachada que se desvanece cuando intima con las personas que le rodean.
Aarón es alto y regordete, tiene una comicidad natural. Con esa misma naturalidad dice que disfruta cada etapa de su vida sin extrañar lo que ya pasó y sin añorar en exceso lo que aun no ha vivido.
Carmen
Carmen es maestra de 3° de preescolar en el DIF de Cuautitlán, México. Tiene 28 años y no tiene título. Más raro aún, tiene tiempo que salió de la carrera. En la vida de Carmen no hay lugar para el fracaso, pues son retos que debe enfrentar. Su vida ha sido un desafío, y hasta ahora ha sobrevivido luchando por alcanzar sus metas.
Carmen va todos los domingos a cuidar a sus primas y se apura a adelantar la tarea cuando ellas están dormidas. Teme no titularse este año porque ya dejó pasar mucho tiempo desde que terminó la carrera y desea concluir ese trámite para continuar su vida profesional sin pendientes. Eso es lo que Carmen teme. Su voz es muy agradable, habla mucho y ríe a carcajadas. Tiene un aire travieso. Pero tal vez no es con malicia sino que le gusta mucho divertirse.
Carmen es baja, delgada, coqueta; tiene una sonrisa natural. Con esa misma naturalidad dice que quiere tener un hijo porque siente que se le va el tren.
Carmen va todos los domingos a cuidar a sus primas y se apura a adelantar la tarea cuando ellas están dormidas. Teme no titularse este año porque ya dejó pasar mucho tiempo desde que terminó la carrera y desea concluir ese trámite para continuar su vida profesional sin pendientes. Eso es lo que Carmen teme. Su voz es muy agradable, habla mucho y ríe a carcajadas. Tiene un aire travieso. Pero tal vez no es con malicia sino que le gusta mucho divertirse.
Carmen es baja, delgada, coqueta; tiene una sonrisa natural. Con esa misma naturalidad dice que quiere tener un hijo porque siente que se le va el tren.
Haydeé
Haydeé es una chica sonriente en Cuautitlán Izcalli. Tiene no sé cuanto años y no tiene pena en pedirme que no lo diga. Más raro aún, tiene una hija que casi le alcanza en estatura. En la vida de Haydeé no hay lugar para no sonreír, pues una sonrisa te abre la puerta, incluso cuando es irónica. Su vida ha sido toda una aventura, y hasta ahora ha sobrevivido deseando un espacio propio para ella y su hija.
Haydeé va todos los domingos con su hija a explorar el tianguis, buscando algunas pulseritas que poder comprar y también helados de sabores combinados. Teme que llueva mientras pasea en el tianguis porque generalmente se inunda y se mojaría los pies. Eso es lo que más teme porque seguro termina resfriada. Su voz es muy bajita, habla mucho y ríe más. Tiene un aire de despreocupación. Pero tal vez no es despreocupada sino que vive lo que toca, cuando toca.
Haydeé es bajita, tiene un encanto natural. Con esa misma naturalidad dice que agradece al Universo porque la ha colocado siempre en el lugar justo en el momento preciso.
Haydeé va todos los domingos con su hija a explorar el tianguis, buscando algunas pulseritas que poder comprar y también helados de sabores combinados. Teme que llueva mientras pasea en el tianguis porque generalmente se inunda y se mojaría los pies. Eso es lo que más teme porque seguro termina resfriada. Su voz es muy bajita, habla mucho y ríe más. Tiene un aire de despreocupación. Pero tal vez no es despreocupada sino que vive lo que toca, cuando toca.
Haydeé es bajita, tiene un encanto natural. Con esa misma naturalidad dice que agradece al Universo porque la ha colocado siempre en el lugar justo en el momento preciso.
Beatriz G.S.
Beatriz es residente en Nicolás Romero. Tiene 35 años y no tiene deseos de seguir trabajando, ella quiere ser más independiente. Más raro aún, tiene la inquietud de seguir asistiendo a clases e inscribirse en talleres que le ayuden a desarrollar su capacidad creativa en la mecánica automotriz o el corte y confección, quiere ser una eterna estudiante.
En la vida de Beatriz no hay lugar para la pereza, puessiempre se inventa trabajo y si algo no está roto lo rompe para arreglarlo. Su vida ha sido como la montaña rusa, y hasta ahora ha sobrevivido entre la escuela, su trabajo y sus hijos, además de todos los adornitos que se cuelga.
Beatriz va todos los domingos al parque con sus hij@s a “sacudirse el polvo” o va a fiestas de sus amig@s. Teme que el tiempo pase y sus hij@s le reclamen que nunca convivió con ell@s o que se haga viejita sin haber procurado a sus amig@s. Eso es lo que ella teme. Su voz es muy rara no es chillona pero tampoco firme y por eso no le gusta, se oye rara en las grabaciones y más cuando se ríe, hablaconvincente, pero en el fondo muere de miedo o vergüenzay ríe feliz porque la vida ha sido buena con ella y porque ha aprendido de los tropiezos. Tiene un aire de tranquilidad y satisfacción. Pero tal vez no es lo que ella busca sino ver crecer a sus hij@s felices en un lugar seguro y sin violencia, ¡se vale soñar!; además de lograr todo lo que se propone; ¡no descansa!.
Beatriz no es alta, tiene exterior natural. Con esa misma naturalidad dice que tiene cuerpo de gallina, gordita de arriba y las patitas flacas porque su belleza es más étnica; más bien su belleza es austera, o tiene belleza interna, como quieran llamarlo.
En la vida de Beatriz no hay lugar para la pereza, puessiempre se inventa trabajo y si algo no está roto lo rompe para arreglarlo. Su vida ha sido como la montaña rusa, y hasta ahora ha sobrevivido entre la escuela, su trabajo y sus hijos, además de todos los adornitos que se cuelga.
Beatriz va todos los domingos al parque con sus hij@s a “sacudirse el polvo” o va a fiestas de sus amig@s. Teme que el tiempo pase y sus hij@s le reclamen que nunca convivió con ell@s o que se haga viejita sin haber procurado a sus amig@s. Eso es lo que ella teme. Su voz es muy rara no es chillona pero tampoco firme y por eso no le gusta, se oye rara en las grabaciones y más cuando se ríe, hablaconvincente, pero en el fondo muere de miedo o vergüenzay ríe feliz porque la vida ha sido buena con ella y porque ha aprendido de los tropiezos. Tiene un aire de tranquilidad y satisfacción. Pero tal vez no es lo que ella busca sino ver crecer a sus hij@s felices en un lugar seguro y sin violencia, ¡se vale soñar!; además de lograr todo lo que se propone; ¡no descansa!.
Beatriz no es alta, tiene exterior natural. Con esa misma naturalidad dice que tiene cuerpo de gallina, gordita de arriba y las patitas flacas porque su belleza es más étnica; más bien su belleza es austera, o tiene belleza interna, como quieran llamarlo.
Rocío
Rocío Gómez es una mujer que no ha dejado de ser niña, vive en Naucapan Edo. De México Tiene 25 años, es casaday no tiene hijos. Más raro aún, tiene unas tortugas que adora su marido. En la vida de Rocío no hay lugar para la falta de compromiso ni para la deshonestidad, cuenta con un carisma y es tan ocurrente que casi siempre se ríe hasta de las cosas más simples y tontas que le pueden ocurrir, hasta de ella misma. Su vida ha sido normal o al menos eso pareciera, como todo; con enormes satisfacciones y a veces con uno que otro problema, ella estudia, trabaja, le gustan las tareas del hogar pero lo que más disfruta es convivir con su familia, hasta ahora ha sobrevivido deseando tener un trabajo mejor y seguir creciendo personal y profesionalmente.
Rocío va todos los domingos a convivir con su familia yprocura disfrutarlos como si fueran el último día, es una persona que con solo ver a su padre cuando sonríe pareciera ser la mejor satisfacción del día, teme que ésta convivencia con su familia termine algún día .Su voz es muy aguda, habla demasiado y ríe de las cosas que le suceden cada día. Tiene un aire de inocencia. Pero tal vez no es inocenciasino ternura.
Rocío es de estatura media, complexión media, tiene cabello castaño oscuro y lacio, ojos grandes y expresivos, labios gruesos y una sonrisa que bueno; es genial, tiene un ángel natural. Con esa misma naturalidad dice que le encantan los retos de la vida, aunque a veces les parecen algo inciertas las cosas, sin embargo; no se da por vencidaporque piensa que son azares de la vida y que algo bueno le dejarán día con día.
Rocío va todos los domingos a convivir con su familia yprocura disfrutarlos como si fueran el último día, es una persona que con solo ver a su padre cuando sonríe pareciera ser la mejor satisfacción del día, teme que ésta convivencia con su familia termine algún día .Su voz es muy aguda, habla demasiado y ríe de las cosas que le suceden cada día. Tiene un aire de inocencia. Pero tal vez no es inocenciasino ternura.
Rocío es de estatura media, complexión media, tiene cabello castaño oscuro y lacio, ojos grandes y expresivos, labios gruesos y una sonrisa que bueno; es genial, tiene un ángel natural. Con esa misma naturalidad dice que le encantan los retos de la vida, aunque a veces les parecen algo inciertas las cosas, sin embargo; no se da por vencidaporque piensa que son azares de la vida y que algo bueno le dejarán día con día.
Isidoro
Isidoro es profesor en una Escuela Secundaria en Naucalpan, Estado de México. Tiene 40 años, dos hermosos hijos y una esposa adorable; no tiene una gran afición por el futbol. Más raro aún, prefiere estar en casa que salir con sus amigos. En la vida de¬ Isidoro no hay lugar para el aburrimiento, pues tiene muchas actividades que realizar, planear sus clases, hacer sus prácticas para el diplomado que está estudiando, jugar con sus pequeños hijos, leerles cuentos y ayudar a su princesita con sus tareas, conversar con su esposa y convivir con su familia. Su vida ha sido muy plena, llena de tristezas, pero sobre todo de alegrías, de retos, desafíos y experiencias; y hasta ahora ha sobrevivido trabajando arduamente imaginando que algún día logrará convencer a sus jóvenes alumnos de aprovechar la gran oportunidad que brinda la educación para llegar a crecer como personas y deseando ver crecer a sus hijos llenos de salud y felicidad, haciendo lo que realmente les gusta y viviendo una vida plena.
Isidoro va todos los domingos a comer a casa de sus padres y vuelve muy contento a su hogar. Teme no vivir lo suficiente para ver crecer y triunfar a sus hijos. Eso es lo que Isidoro teme. Su voz es muy clara, habla poco y ríe mucho, sobre todo con las ocurrencias de sus pequeños hijos. Tiene un aire de seriedad. Pero tal vez no es seriedad sino la forma de escuchar y aprender de los demás.
Isidoro es de estatura mediana, un tanto llenito, tiene una sinceridad natural. Con esa misma sinceridad dice que le encanta aprender cosas nuevas porque le gustan los retos y los desafíos. Cada amanecer es una nueva oportunidad para él.
Isidoro va todos los domingos a comer a casa de sus padres y vuelve muy contento a su hogar. Teme no vivir lo suficiente para ver crecer y triunfar a sus hijos. Eso es lo que Isidoro teme. Su voz es muy clara, habla poco y ríe mucho, sobre todo con las ocurrencias de sus pequeños hijos. Tiene un aire de seriedad. Pero tal vez no es seriedad sino la forma de escuchar y aprender de los demás.
Isidoro es de estatura mediana, un tanto llenito, tiene una sinceridad natural. Con esa misma sinceridad dice que le encanta aprender cosas nuevas porque le gustan los retos y los desafíos. Cada amanecer es una nueva oportunidad para él.
Beatriz G.D.
Beatriz González Duarte es Pedagoga egresada de la FES Acatlán, vive en Atizapán de Zaragoza, Estado de México. Ha dedicado más de 30 años de su vida a la educación, desempeñando diversas actividades en diferentes puestos, entre las cuales se encuentra una que le ha dado grandes satisfacciones: la docencia, en diferentes niveles educativos. Actualmente trabaja impartiendo la asignatura de Español en tercero de Secundaria; además de ser la responsable del soporte técnico pedagógico de la plataforma virtual en la institución para la cual labora. Tiene 53 años y no tiene nietos todavía, porque sólo tiene un hijo de 21 años, el cual se encuentra estudiando el último año de su carrera. Más raro aún, tiene un matrimonio estable desde hace más de 22 años; lo cual ya no se ve en las generaciones actuales. En la vida de Beatriz no hay lugar para el cansancio o la flojera, pues a su edad, además de trabajar y atender su hogar, todavía tiene tiempo para estudiar y desea lograr uno de sus más grandes anhelos: titularse. Su vida ha sido muy feliz y llena de satisfacciones, y hasta ahora ha sobrevivido superando las adversidades y poniendo siempre en una balanza sus prioridades para mantener el equilibrio.
Beatriz va todos los domingos a hacer las compras necesarias para la casa y aprovecha para salir a comer con la familia, ver una película, dar un paseo o visitar a sus familiares;actividades que disfruta mucho.
Teme enfermarse o quedar imposibilitada para continuar con las actividades que diariamente realiza o perder la energía que siempre tiene. Eso es lo que ella teme. Su voz es fuertepero le preocupa estar un poco ronca, tal vez porque habla mucho; por eso, últimamente habla bajito, pero ríe mucho todos los días. Tiene un aire serio y muchos lo confunden con soberbia. Pero tal vez no es seriedad ni soberbia, sinouna falsa imagen de lo que en realidad es, una coraza, un filtro que permite o no, que entren a su vida, y una vez que entran a ella quienes la conocen, llega a consolidar grandes amistades.
Beatriz es de complexión delgada, aunque ella cree que está teniendo problemas de peso que no ha podido eliminar, pesa 63 kg, es de estatura mediana, pues mide 1.65 m, es de tez morena, de cabello negro, labios delgados y ojos cafés. Tiene una sonrisa natural. Con esa misma naturalidad dice que haberse casado con Emilio y haber experimentado la maternidad al traer al mundo a su hijo Yannick, es lo mejor que pudo haberle pasado en la vida, porque con ellos es completamente feliz .
Emilio; su esposo, es alto, fuerte, guapo, hogareño, simpático y tiene un carisma natural, pues a todos les cae muy bien en cuanto lo conocen. Con esa mismanaturalidad dice que su familia es lo primero y así se los hace sentir porque los ama profundamente.
Beatriz recuerda con mucho amor a su madre, quien murió hace tres años, pero tiene la fortuna de contar con el amor y los consejos de su padre, quien tiene 85 años, y junto con sus siete hermanos, tratan de reunirse con él frecuentemente. Su vida fue normal y muy feliz para su tiempo y su lugar: jugaba, se divertía, iba a la escuela y ayudaba en la casa.
Su vida transcurrió así y al llegar a la universidad, fue entonces que Emilio llegó a su vida. Se aman, se respetan y cumplen un pacto de solidaridad y fidelidad.
Ahora Beatriz estudia un Diplomado en la FES Acatlán y Emilio se lo permite “porque ella desea titularse y yo siempre la he apoyado”. Además, trabaja como profesora, atiende la plataforma virtual, regulariza alumnos por las tardes, habla con sus amigas y sus hermanas, supervisa el hogar, se da tiempo para platicar con su hijo y su esposo, disfruta de la música y el cine, lee algún libro que le gusta y se toma el tiempo necesario para hacer sus tareas. Está feliz en esa dirección, sabe que en el camino encontrará siempre la clave.
Beatriz va todos los domingos a hacer las compras necesarias para la casa y aprovecha para salir a comer con la familia, ver una película, dar un paseo o visitar a sus familiares;actividades que disfruta mucho.
Teme enfermarse o quedar imposibilitada para continuar con las actividades que diariamente realiza o perder la energía que siempre tiene. Eso es lo que ella teme. Su voz es fuertepero le preocupa estar un poco ronca, tal vez porque habla mucho; por eso, últimamente habla bajito, pero ríe mucho todos los días. Tiene un aire serio y muchos lo confunden con soberbia. Pero tal vez no es seriedad ni soberbia, sinouna falsa imagen de lo que en realidad es, una coraza, un filtro que permite o no, que entren a su vida, y una vez que entran a ella quienes la conocen, llega a consolidar grandes amistades.
Beatriz es de complexión delgada, aunque ella cree que está teniendo problemas de peso que no ha podido eliminar, pesa 63 kg, es de estatura mediana, pues mide 1.65 m, es de tez morena, de cabello negro, labios delgados y ojos cafés. Tiene una sonrisa natural. Con esa misma naturalidad dice que haberse casado con Emilio y haber experimentado la maternidad al traer al mundo a su hijo Yannick, es lo mejor que pudo haberle pasado en la vida, porque con ellos es completamente feliz .
Emilio; su esposo, es alto, fuerte, guapo, hogareño, simpático y tiene un carisma natural, pues a todos les cae muy bien en cuanto lo conocen. Con esa mismanaturalidad dice que su familia es lo primero y así se los hace sentir porque los ama profundamente.
Beatriz recuerda con mucho amor a su madre, quien murió hace tres años, pero tiene la fortuna de contar con el amor y los consejos de su padre, quien tiene 85 años, y junto con sus siete hermanos, tratan de reunirse con él frecuentemente. Su vida fue normal y muy feliz para su tiempo y su lugar: jugaba, se divertía, iba a la escuela y ayudaba en la casa.
Su vida transcurrió así y al llegar a la universidad, fue entonces que Emilio llegó a su vida. Se aman, se respetan y cumplen un pacto de solidaridad y fidelidad.
Ahora Beatriz estudia un Diplomado en la FES Acatlán y Emilio se lo permite “porque ella desea titularse y yo siempre la he apoyado”. Además, trabaja como profesora, atiende la plataforma virtual, regulariza alumnos por las tardes, habla con sus amigas y sus hermanas, supervisa el hogar, se da tiempo para platicar con su hijo y su esposo, disfruta de la música y el cine, lee algún libro que le gusta y se toma el tiempo necesario para hacer sus tareas. Está feliz en esa dirección, sabe que en el camino encontrará siempre la clave.
Gisela
Alejandra Gisela es una chica como bien normal, pero con muchas ganas de hacer y deshacer en la vida. Vive en Naucalpan un lugar generalmente tranquilo, pero de que se sueltan los balazos pues se debe tener cuidado. Tiene 23 años y no tiene perro que le ladre, porque falleció el año pasado. Más raro aún, tiene una inexplicable manía de ver una y otra vez las películas para ver detalles y aprenderse diálogos. En la vida de¬ Gisela no hay lugar para paz y tranquilidad, pues el estar quieta le pica, siempre tiene que estar ocupada haciendo algo. Su vida ha sido normal, pero maravillosamente única, muy feliz de niña, conflictos existenciales en la adolescencia y ahora entiende que si quiere algo tiene que conseguirlo con sus medios y su esfuerzo y hasta ahora ha sobrevivido pensando, imaginando y trabajando para ser una excelente persona, que ayude a los demás y no solo así misma, creyendo que siempre podemos estar en un lugar mejor, siempre y cuando cada quien ponga un poco para hacerlo.
Gisela va todos los domingos a la Iglesia y trata de hacer algo diferente cada semana. Teme a los ladrones, la pobreza y lo que hay debajo de la cama. Eso es lo que Gisela teme. Su voz es muy grave, habla fuerte y ríe sin limitantes. Tiene un aire de maldad. Pero tal vez no es mas que solo simple apariencia, ella no es sino una persona sociables y amable.
Gisela es delgada, de estatura baja y tez blanca, tiene rizos naturales. Con esa misma naturalidad dice que piensa porque así se evita conflictos y malos entendidos.
Gisela va todos los domingos a la Iglesia y trata de hacer algo diferente cada semana. Teme a los ladrones, la pobreza y lo que hay debajo de la cama. Eso es lo que Gisela teme. Su voz es muy grave, habla fuerte y ríe sin limitantes. Tiene un aire de maldad. Pero tal vez no es mas que solo simple apariencia, ella no es sino una persona sociables y amable.
Gisela es delgada, de estatura baja y tez blanca, tiene rizos naturales. Con esa misma naturalidad dice que piensa porque así se evita conflictos y malos entendidos.
Cecilia
Cecilia es licenciada en lengua y literatura hispánicas, concluyó la MADEMS (Maestría en Educación Media Superior) vive en Tultepec. Tiene 32 años y 2 hijos uno de 7 años, otro de 8 meses. Más raro aún, tiene una profesión que ejerce a pesar de estar casada y con hijos. En la vida de¬ Cecilia no hay lugar para la pasividad, pues todo el día está llena de actividades el trabajo, los niños, el esposo, la natación, la lectura, etc. Su vida ha sido una lucha constante ante lo que el “destino” le había augurado, y hasta ahora ha sobrevivido trabajando, calculando y amando.
Cecilia va todos los domingos a pasear y al cine. Teme quedar condenada a una vida de lamentaciones y arrepentimientos. Eso es lo que Cecilia teme. Su voz es muy fuerte, habla poco y sonríe constantemente. Tiene un aire de indiferencia. Pero tal vez no es indiferencia sino su forma de observar, para conocer a las personas sin ser percibida.
Cecilia es baja de estatura con complexión media, tiene un carisma natural. Con esa misma naturalidad dice que acepta trabajar con adolescentes porque le representan un reto y la ayudan a estar al día.
Cecilia va todos los domingos a pasear y al cine. Teme quedar condenada a una vida de lamentaciones y arrepentimientos. Eso es lo que Cecilia teme. Su voz es muy fuerte, habla poco y sonríe constantemente. Tiene un aire de indiferencia. Pero tal vez no es indiferencia sino su forma de observar, para conocer a las personas sin ser percibida.
Cecilia es baja de estatura con complexión media, tiene un carisma natural. Con esa misma naturalidad dice que acepta trabajar con adolescentes porque le representan un reto y la ayudan a estar al día.
Luz María
Como la naturaleza misma.
Luz María es una mujer que vive en una de las ciudades más grandes, cosmopolitas y misteriosas del mundo y que desde su origen está llena de encanto, magia y grandes contradicciones, una región difícil entender pero no difícil de amar: la Ciudad de México.
Vive en un barrio común llamado San Pedro Xalpa un lugar similar a muchos de los que se encuentran en esta ciudad donde a primeras horas del día se escucha el ajetreo de la gente; la tienda que se abre, el camión del gas y el señor gritando “gaaaaaasss!, el ruido de la máquina para hacer tortillas, el señor de los tamales en su bicicleta invitando a comerlos…, en fin una ciudad que inicia con un crepúsculo que la acompaña a ella, y a todos los que corren para dirigirse de inmediato al trabajo o a la escuela.
Tiene 52 años, y está viviendo una etapa de grandes reflexiones acerca de lo que ha hecho, y se cuestiona si todo lo vivido hasta ahora ha sido bueno o malo, pero qué es lo bueno y qué es lo malo, se dice así misma y ella se contesta: “solo he tratado de vivir y se ser feliz, así entonces todo ha valido la pena”
Uno de los grandes placeres que logró fue danzar para la gente, eso la hacía inmensamente dichosa. Dar de ella lo mejor de sí hacia los demás es lo más importante que el ser humano puede hacer.
Quiso alguna vez dedicarse a la danza, pero por un error no fue así. La vida entonces la llevó por el camino de la enseñanza educativa.
Inició entonces su travesía visitando algunos de los pueblos de México, y preguntando a la gente: -señor, conoce a alguien que me cuente un cuento de esos que cuentan por aquí, del coyote y del conejo o de brujas o de aparecidos…” y la gente reía y preguntaba al amigo o al compadre:- “oye dice aquí la maestra que si te sabes un cuento…-pues no, pero esta Don (…) que sí se sabe muchos cuentos, de esas mentiras…jejejeje! Pos vamos a llevarla.
¡P´os vamos…! Y entonces se reunía con las familias de los pueblos.
Caminar por las veredas algunas secas otras muy cálidas y llenas de yerbajos, oler el campo después de una lluvia torrencial además de ir saludando a la gente o platicando, todo esto se ha convertido en una gran satisfacción que finalmente le ha permitido construir su vida.
Actualmente los jóvenes estudiantes son de vital importancia, pues la educación es un medio que hay que atender con sumo cuidado pues ayudaría a resolver muchas de las problemáticas que existen actualmente en México. El origen de los problemas se encuentra según su experiencia en la falta de educación escolar (entre muchas otras cosas).
Tiene un trabajo estable y tenerlo en esta época y en esta región es como sacarse la lotería. En la vida de ella se encuentra su hijo un joven de 23 años, que como cualquier madre o mujer se siente orgullosa de él pues ha logrado que manifieste una gran sensibilidad y respeto a la vida.
A pesar de que el tiempo avanza reflexiona que no hay lugar para perderse de la posibilidad de aprender y de seguirse relacionando con el mundo. Su vida ha estado llena de grandes experiencia, y hasta ahora ha sobrevivido a través de los sueños logrados. Tuvo una etapa o varias etapas difíciles de las cuales creía que iba a sucumbir, pero salió adelante.
Los domingos no son tan especiales solo le sirven para poner todo en orden en casa y empezar el lunes un poco ordenada.
Qué es lo que teme, pues tiene muchos miedos que no quiere contar, ha luchado contra muchos de ellos para que no se conviertan en una limitante en su camino. Uno de esos es el no poder compartir todos los días las buenas experiencias con alguien (amigos, familia, pareja, etc). Cree que no es bueno pasar por la vida sin haberla compartido o vivido conjuntamente.
Su voz es pautada y muy tranquila, le gusta reír mucho, a veces hasta por simplezas pero nunca ríe fingiendo. De verdad que sabe disfrutar su risa y la siente en su corazón. Y sabe disfrutar de esos momentos que le otorga la vida para no tomarla tan en serio sin dejar de darle su debida importancia.
Tiene un aire de tranquilidad pues es muy tolerante con la gente, trata de entenderla, pero cuando pierde la paciencia se vuelca furiosa.
Es bajita, delgada, morena pálida, de cabello negro (que hasta ahora no pinta), camina con cierta naturalidad, su paso es muy relajado; la gente que la mira dice: “tú eres muy tranquila se ve en tu paso”, pero sabe que dentro de sí existe una Luz María que tiene una gran amor por la vida y que la manifiesta en la forma de mirar todo lo que le rodea y en la forma de tocar y sentir todo lo que puede estar tan cerca o lejos de ella, entonces no se trata de correr y de gritar para que el mundo se dé cuenta de que tanta emoción siente por vivir.
Por eso solo quiere seguir aprendiendo de la naturaleza misma pues esta, no grita, no corre, no agrede, sino simplemente vive.
Luz María es una mujer que vive en una de las ciudades más grandes, cosmopolitas y misteriosas del mundo y que desde su origen está llena de encanto, magia y grandes contradicciones, una región difícil entender pero no difícil de amar: la Ciudad de México.
Vive en un barrio común llamado San Pedro Xalpa un lugar similar a muchos de los que se encuentran en esta ciudad donde a primeras horas del día se escucha el ajetreo de la gente; la tienda que se abre, el camión del gas y el señor gritando “gaaaaaasss!, el ruido de la máquina para hacer tortillas, el señor de los tamales en su bicicleta invitando a comerlos…, en fin una ciudad que inicia con un crepúsculo que la acompaña a ella, y a todos los que corren para dirigirse de inmediato al trabajo o a la escuela.
Tiene 52 años, y está viviendo una etapa de grandes reflexiones acerca de lo que ha hecho, y se cuestiona si todo lo vivido hasta ahora ha sido bueno o malo, pero qué es lo bueno y qué es lo malo, se dice así misma y ella se contesta: “solo he tratado de vivir y se ser feliz, así entonces todo ha valido la pena”
Uno de los grandes placeres que logró fue danzar para la gente, eso la hacía inmensamente dichosa. Dar de ella lo mejor de sí hacia los demás es lo más importante que el ser humano puede hacer.
Quiso alguna vez dedicarse a la danza, pero por un error no fue así. La vida entonces la llevó por el camino de la enseñanza educativa.
Inició entonces su travesía visitando algunos de los pueblos de México, y preguntando a la gente: -señor, conoce a alguien que me cuente un cuento de esos que cuentan por aquí, del coyote y del conejo o de brujas o de aparecidos…” y la gente reía y preguntaba al amigo o al compadre:- “oye dice aquí la maestra que si te sabes un cuento…-pues no, pero esta Don (…) que sí se sabe muchos cuentos, de esas mentiras…jejejeje! Pos vamos a llevarla.
¡P´os vamos…! Y entonces se reunía con las familias de los pueblos.
Caminar por las veredas algunas secas otras muy cálidas y llenas de yerbajos, oler el campo después de una lluvia torrencial además de ir saludando a la gente o platicando, todo esto se ha convertido en una gran satisfacción que finalmente le ha permitido construir su vida.
Actualmente los jóvenes estudiantes son de vital importancia, pues la educación es un medio que hay que atender con sumo cuidado pues ayudaría a resolver muchas de las problemáticas que existen actualmente en México. El origen de los problemas se encuentra según su experiencia en la falta de educación escolar (entre muchas otras cosas).
Tiene un trabajo estable y tenerlo en esta época y en esta región es como sacarse la lotería. En la vida de ella se encuentra su hijo un joven de 23 años, que como cualquier madre o mujer se siente orgullosa de él pues ha logrado que manifieste una gran sensibilidad y respeto a la vida.
A pesar de que el tiempo avanza reflexiona que no hay lugar para perderse de la posibilidad de aprender y de seguirse relacionando con el mundo. Su vida ha estado llena de grandes experiencia, y hasta ahora ha sobrevivido a través de los sueños logrados. Tuvo una etapa o varias etapas difíciles de las cuales creía que iba a sucumbir, pero salió adelante.
Los domingos no son tan especiales solo le sirven para poner todo en orden en casa y empezar el lunes un poco ordenada.
Qué es lo que teme, pues tiene muchos miedos que no quiere contar, ha luchado contra muchos de ellos para que no se conviertan en una limitante en su camino. Uno de esos es el no poder compartir todos los días las buenas experiencias con alguien (amigos, familia, pareja, etc). Cree que no es bueno pasar por la vida sin haberla compartido o vivido conjuntamente.
Su voz es pautada y muy tranquila, le gusta reír mucho, a veces hasta por simplezas pero nunca ríe fingiendo. De verdad que sabe disfrutar su risa y la siente en su corazón. Y sabe disfrutar de esos momentos que le otorga la vida para no tomarla tan en serio sin dejar de darle su debida importancia.
Tiene un aire de tranquilidad pues es muy tolerante con la gente, trata de entenderla, pero cuando pierde la paciencia se vuelca furiosa.
Es bajita, delgada, morena pálida, de cabello negro (que hasta ahora no pinta), camina con cierta naturalidad, su paso es muy relajado; la gente que la mira dice: “tú eres muy tranquila se ve en tu paso”, pero sabe que dentro de sí existe una Luz María que tiene una gran amor por la vida y que la manifiesta en la forma de mirar todo lo que le rodea y en la forma de tocar y sentir todo lo que puede estar tan cerca o lejos de ella, entonces no se trata de correr y de gritar para que el mundo se dé cuenta de que tanta emoción siente por vivir.
Por eso solo quiere seguir aprendiendo de la naturaleza misma pues esta, no grita, no corre, no agrede, sino simplemente vive.
Diego
Diego Alberto estudio sociología pensando que encontraría la respuesta de porque hay pobres y ricos, respuesta que al día de hoy sigue buscando.
Lo que sí le ha permitido descubrir la sociología es que la peor pobreza es la pobreza del alma.
Se ha dedicado la mayor parte de su vida a trabajos administrativos, aunque tarde ha aprendido que puede acceder a nuevos horizontes con un poco de trabajo y empeño.
Vive en la ciudad de México porque ahí está su fuente de empleo, pero el ama la naturaleza y sería feliz viviendo en algún deshabitado pueblito de Zacatecas.
Ha aprendido a lo largo de su vida que las prioridades cambian y ahora sus prioridades son sus dos hijos casi adolecentes a quien básicamente se dedica a pastorear en sus ratos libres.
A sus 44 años a Diego siempre le ha encantado viajar y usualmente lo ha hecho mediante sus trabajos, los cuales le han permitido conocer parte de la republica y un poco del mundo.
¿A la iglesia? No, creo que no asiste a misa mas que en ocasiones estrictamente necesarias, sin embargo fue creyente cuando pensó que iba a morir, solo así, según él, es posible recurrir a dios.
Su lema es “La vida es lo que pasa a cada segundo por lo que no te puedes dar el lujo de desperdiciarla”
Lo que sí le ha permitido descubrir la sociología es que la peor pobreza es la pobreza del alma.
Se ha dedicado la mayor parte de su vida a trabajos administrativos, aunque tarde ha aprendido que puede acceder a nuevos horizontes con un poco de trabajo y empeño.
Vive en la ciudad de México porque ahí está su fuente de empleo, pero el ama la naturaleza y sería feliz viviendo en algún deshabitado pueblito de Zacatecas.
Ha aprendido a lo largo de su vida que las prioridades cambian y ahora sus prioridades son sus dos hijos casi adolecentes a quien básicamente se dedica a pastorear en sus ratos libres.
A sus 44 años a Diego siempre le ha encantado viajar y usualmente lo ha hecho mediante sus trabajos, los cuales le han permitido conocer parte de la republica y un poco del mundo.
¿A la iglesia? No, creo que no asiste a misa mas que en ocasiones estrictamente necesarias, sin embargo fue creyente cuando pensó que iba a morir, solo así, según él, es posible recurrir a dios.
Su lema es “La vida es lo que pasa a cada segundo por lo que no te puedes dar el lujo de desperdiciarla”
Alejandro
Alejandro es un ser virtuoso y alegre, actualmente vive en Cd. Azteca Ecatepec de Morelos donde reside actualmente, se ha adaptado a vivir en esta ciudad tan inmensa donde cada día tiene que lidiar con el tráfico, el mal humor de la gente que siempre esta estresada y no entiende muchas veces esta situaciones; pues la vida pasa muy rápido y no gozan el privilegio de estar con vida y salud. Tiene 38 años y no tiene que desear algo pues ha ido donde él ha querido ir, conoce mucho lugares de este país tan maravilloso. Lo más raro es que siempre le gusta ayudar a la gente que está a su lado y no espera recibir algo a cambio, tiene muchas habilidades y destrezas y eso le ayuda a salir siempre avante con sus actividades laborales y personales. En la vida de Alejandro no hay lugar para la soledad pues siempre procura convivir con su familia. Su vida ha sido un poco triste pues desde la pérdida de su padre y luego la de su madre no ha podido saber como llenar ese hueco que dejaron en él y hasta ahora ha sobrevivido deseando saber si ellos gozan de la tranquilidad que su madre le decía en vida, que con la muerte llega la paz eterna.
Cada fin de semana trata de salir va al cine, al teatro y pasea cada domingo con su pareja sin dejar de gozar cada momento pues dice que los momentos felices ya no regresan y mucho meneos cada minuto de la existencia del ser humano. Su voz es muy dulce pero a veces muy dura cuando habla y tiene que reprender por algún motivo y ríe cada momento pues tiene una chispa para hacer reír a quien está a su lado, siempre le admiran su naturalidad y espontaneidad para decir las cosas. Pero tal vez no es muy agradable para algunos pero bueno.
Alex es de una estatura media mide 1.65, delgado, tez morena, pelo negro, ojos cafés claros, le gusta todo tipo de música, es muy bailador, le gusta mucho comer los antojitos mexicanos, tiene un agel casi natural porque siempre hace reir. Con esa misma naturalidad dice que es muy feliz y trata de dar lo mejor de él, porque solo se vive una vez en esta vida tan grata que Dios no ha dado.
Cada fin de semana trata de salir va al cine, al teatro y pasea cada domingo con su pareja sin dejar de gozar cada momento pues dice que los momentos felices ya no regresan y mucho meneos cada minuto de la existencia del ser humano. Su voz es muy dulce pero a veces muy dura cuando habla y tiene que reprender por algún motivo y ríe cada momento pues tiene una chispa para hacer reír a quien está a su lado, siempre le admiran su naturalidad y espontaneidad para decir las cosas. Pero tal vez no es muy agradable para algunos pero bueno.
Alex es de una estatura media mide 1.65, delgado, tez morena, pelo negro, ojos cafés claros, le gusta todo tipo de música, es muy bailador, le gusta mucho comer los antojitos mexicanos, tiene un agel casi natural porque siempre hace reir. Con esa misma naturalidad dice que es muy feliz y trata de dar lo mejor de él, porque solo se vive una vez en esta vida tan grata que Dios no ha dado.
Adriana
Adriana es una joven alegre en el municipio de Cuautitlán. Tiene 23 años y no tiene novio (por si a alguien le interesa, jajaja). Más raro aún, tiene un trabajo como profesora de alumnos de 8vo y 6to semestre de la Lic. en Pedagogía en la FES Acatlán y es responsable de un área en el Centro de Educación Continua en la misma universidad. En la vida de Adriana no hay lugar para la inseguridad, la falta de compromiso o la pereza, pues su profesión, trabajo y familia, le implican mostrarse siempre amable, positiva, paciente, responsable y con la capacidad para resolver la duda de un alumno o dar apoyo a sus seres queridos. Su vida ha sido agradable, llena de satisfacciones y lecciones que en ocasiones le han generado lágrimas y enojos pero que finalmente la hacen ser como es actualmente, y hasta ahora ha sobrevivido luchando por administrar su tiempo para cumplir con sus múltiples tareas, organizando sus actividades en las 3 agendas que sus amigos le han regalado, intentando disfrutar su presente, deseando sentirse plena en todos los aspectos de su vida e imaginando un futuro que la haga feliz.
Adriana va todos los domingos a almorzar con su familia y normalmente por las tardes prepara sus clases. Teme caer en la monotonía, perder sentido a lo que hace, por lo que siempre procura hacer con gusto su trabajo. Su voz es muy dulce según sus buenas amigas que siempre le levantan el ánimo, habla con facilidad de los temas y lugares que conoce, aunque no tanto de sus sentimientos, pero ríe con frecuencia. Tiene un aire de ser una persona seria en algunas ocasiones. Pero tal vez no es seriedad sino una actitud de respeto para alguien que acaba de conocer y no sabe cómo es su carácter.
Adriana es güerita, de cabello castaño, ojos café claro y bonita sonrisa, tiene gracia natural. Con esa misma naturalidad dice que en este momento de su vida se siente satisfecha porque tiene un trabajo gratificante, familiares y amigos que siempre la apoyan y toda la perseverancia necesaria para cumplir sus metas.
Adriana va todos los domingos a almorzar con su familia y normalmente por las tardes prepara sus clases. Teme caer en la monotonía, perder sentido a lo que hace, por lo que siempre procura hacer con gusto su trabajo. Su voz es muy dulce según sus buenas amigas que siempre le levantan el ánimo, habla con facilidad de los temas y lugares que conoce, aunque no tanto de sus sentimientos, pero ríe con frecuencia. Tiene un aire de ser una persona seria en algunas ocasiones. Pero tal vez no es seriedad sino una actitud de respeto para alguien que acaba de conocer y no sabe cómo es su carácter.
Adriana es güerita, de cabello castaño, ojos café claro y bonita sonrisa, tiene gracia natural. Con esa misma naturalidad dice que en este momento de su vida se siente satisfecha porque tiene un trabajo gratificante, familiares y amigos que siempre la apoyan y toda la perseverancia necesaria para cumplir sus metas.
Rosío
Rosío Ruiz es una persona que tiene varios roles en la vida, es profesionista (Dra. en Ingeniería), madre de familia y esposa (algo regañona según sus hijas), profesora (en la facultad de Ingeniería) y para acabarla de amolar, alumna (en la facultad de Contaduría) que vive o sobrevive en Atizapán de Zaragoza. Tiene ya algunos, no muchos años dedicándose a lograr algo en la vida. Más raro aún, también toma clases de guitarra para satisfacer un capricho de adolescente y poder tocar las mañanitas a su familia. En la vida de Rosío no hay lugar para perder el tiempo, pues está llena de actividades que en muchas ocasiones no le alcanza el tiempo ni para ir al cine. Su vida sin embargo, ha sido satisfactoria y gratificante, y hasta ahora ha sobrevivido deseando ser mejor persona.
Rosío va todos los domingos a pasear en bicicleta o motocicleta y le pide a Dios que la proteja de los automovilistas. Teme ser atropellada y dejar de disfrutar la compañía de su familia. Eso es lo que ella teme. Su voz es fuerte, habla poco y ríe lo suficiente. Tiene un aire aparentemente tranquilo. Pero tal vez no es tranquilidad sino la madurez que le han transmitido los años de vida.
Rosío es chaparrita y de un peso normal, tiene cierta gracia natural. Con esa misma naturalidad dice que la vida es para disfrutar, tratando de hacer lo que uno siempre ha deseado, porque para descansar ya lo hará cuando no esté en este mundo (que espera no sea pronto).
Rosío va todos los domingos a pasear en bicicleta o motocicleta y le pide a Dios que la proteja de los automovilistas. Teme ser atropellada y dejar de disfrutar la compañía de su familia. Eso es lo que ella teme. Su voz es fuerte, habla poco y ríe lo suficiente. Tiene un aire aparentemente tranquilo. Pero tal vez no es tranquilidad sino la madurez que le han transmitido los años de vida.
Rosío es chaparrita y de un peso normal, tiene cierta gracia natural. Con esa misma naturalidad dice que la vida es para disfrutar, tratando de hacer lo que uno siempre ha deseado, porque para descansar ya lo hará cuando no esté en este mundo (que espera no sea pronto).
Karla
Karla es ejecutiva en el D.F. Tiene 22 años y no tiene tiempo para descansar. Más raro aún, tiene un buen trabajo, justo y bien pagado. En la vida de Karla no hay lugar para perder el tiempo, pues es muy importante para ella seguir aprendiendo. Su vida ha sido difícil, y hasta ahora ha sobrevivido imaginando regresar a su ciudad natal, con su familia, con sus amigos.
Karla va todos los domingos a Puebla y pasa algún tiempo con sus padres y muy poco con sus amigos. Teme que llegue el día en que pierda contacto con sus amigos. Eso es lo que a veces la entristece. Su voz es muy amigable, habla y ríe mucho. Tiene un aire de confianza. Pero tal vez no es confianza sino miedo a no ser tomada en serio por su corta edad.
Karla es bajita, tiene sinceridad natural. Con esa misma naturalidad dice que la vida ya no es tan difícil porque ella decidió que que no lo sea.
Karla va todos los domingos a Puebla y pasa algún tiempo con sus padres y muy poco con sus amigos. Teme que llegue el día en que pierda contacto con sus amigos. Eso es lo que a veces la entristece. Su voz es muy amigable, habla y ríe mucho. Tiene un aire de confianza. Pero tal vez no es confianza sino miedo a no ser tomada en serio por su corta edad.
Karla es bajita, tiene sinceridad natural. Con esa misma naturalidad dice que la vida ya no es tan difícil porque ella decidió que que no lo sea.
Teresa
María Teresa es una de las tantas mujeres que habitan en la Ciudad de México, con una rutina de vida común en apariencia, pero en el fondo, llena de la singularidad que cada una de ellas le impregna con su propia historia de vida. Tiene 29 años, tiempo que le ha servido para transitar un camino significativo de su vida, pero que también le ha forjado la ambición y las ganas por seguir recorriendo mucho más. Aún no está casada ni tiene hijos, aunque en su infancia siempre imaginó que a la edad que tiene ahora así sería, pero cuando siente un poco de presión por el paso del tiempo, la reconforta darse cuenta que en el contexto en que le está tocando vivir ya no parece tan anormal que eso suceda, y aunque no descarta la posibilidad de tener su propia familia algún día, por ahora en la vida de Tere no hay lugar para lamentarse porque aún no llegue ese momento, pues además de que tiene muchos otros sueños y proyectos que cumplir, ha aprendido que una cosa es suponer que hay un camino ideal y otra cosa es suponer que ese camino es el único. Ella cree que aunque hacer planes sirve para guiar un poco el rumbo, la vida está llena de giros que en ocasiones la convierten en un laberinto en el que hay que perderse un poco para encontrar la salida, pero que finalmente, siempre se llega a algún sitio donde todo tiene su razón de ser. Su vida ha sido plena y tranquila la mayor parte del tiempo, pero también ha pasado por situaciones complejas que aunque le han dolido, le han enseñado que los golpes duros dan nuevos propósitos a la vida y llevan a aprender formas distintas de felicidad.
Ella es pedagoga y trabaja dando clases en una primaria, actividad que disfruta mucho, pues aunque es un trabajo de grandes responsabilidades y que le requiere gran parte de su energía, le da a cambio muchas satisfacciones y enseñanzas. Parte de su tiempo libre lo dedica a estudiar y aprender cosas nuevas, pues es una de sus mayores pasiones. El resto del tiempo lo dedica a convivir con su familia, su más grande motivo de vivir.
Tere es delgada, de tez morena y tiene un aire algo tierno y sereno, pero a pesar de ello es una mujer que intenta ser fuerte y madura. Cada día trata de vivir la vida con naturalidad y franqueza, de alcanzar sus metas y de aprender cosas nuevas, motivada siempre por las ganas de crecer y trascender como persona y como profesionista.
Ella es pedagoga y trabaja dando clases en una primaria, actividad que disfruta mucho, pues aunque es un trabajo de grandes responsabilidades y que le requiere gran parte de su energía, le da a cambio muchas satisfacciones y enseñanzas. Parte de su tiempo libre lo dedica a estudiar y aprender cosas nuevas, pues es una de sus mayores pasiones. El resto del tiempo lo dedica a convivir con su familia, su más grande motivo de vivir.
Tere es delgada, de tez morena y tiene un aire algo tierno y sereno, pero a pesar de ello es una mujer que intenta ser fuerte y madura. Cada día trata de vivir la vida con naturalidad y franqueza, de alcanzar sus metas y de aprender cosas nuevas, motivada siempre por las ganas de crecer y trascender como persona y como profesionista.
Angeles
Angeles es maestra en DIF Cuautitlán. Tiene 27años y no tiene novio. Más raro aún, tiene pretendientes. En la vida de Angeles no hay lugar para desafíos, pues los hace frente. Su vida ha sido tranquila, y hasta ahora ha sobrevivido a los obstáculos.
Angeles va todos los domingos a visitar a su tios y a descansar. Teme trabajar en domingo. Eso es lo que Angeles teme. Su voz es muy dulce, habla juega y ríe constantemente. Tiene un aire noble. Pero tal vez no es tranquila sino relajienta.
Ella es de estatura media, tiene su encencia natural. Con esa misma naturalidad dice que es bella por dentro y fuera porque lo demuestra sinceramente.
Angeles va todos los domingos a visitar a su tios y a descansar. Teme trabajar en domingo. Eso es lo que Angeles teme. Su voz es muy dulce, habla juega y ríe constantemente. Tiene un aire noble. Pero tal vez no es tranquila sino relajienta.
Ella es de estatura media, tiene su encencia natural. Con esa misma naturalidad dice que es bella por dentro y fuera porque lo demuestra sinceramente.
Grisel
Grisel es una mujer casada que vive en Iztapalapa, una delegación del Distrito Federal Ciudad de México. Tiene 32 años y no tiene hijos todavía. Más raro aún, tiene la idea de que los hijos hoy en día son un lujo que no todos se poden dar. En la vida de Grisel no hay lugar para el aburrimiento, pues siempre tiene cosas que hacer. Su vida ha estado rodeada de gente siempre pues es la menor de 10 hermanos, y hasta ahora ha sobrevivido estudiando y trabajando para salir adelante.
Grisel va todos los domingos a comprar la comida de la semana al mercado y al súper. Teme como la mayoría de los mexicanos que la canasta básica cada vez sea más cara. Eso es lo que Grisel teme. Su voz es muy fuerte, habla mucho y ríe por todo. Tiene un aire sereno. Pero tal vez no es serenidad sino expectativa de estar al día en todo lo que sucede a su alrededor porque piensa que de esa manera se puede disfrutar el día a día.
Grisel es de estatura y peso medio, tiene una alegría natural. Con esa misma naturalidad dice que haberse casado con Abel y tener la familia que tiene es algo maravilloso porque sin ellos no sería tan feliz como lo es ahora.
Grisel va todos los domingos a comprar la comida de la semana al mercado y al súper. Teme como la mayoría de los mexicanos que la canasta básica cada vez sea más cara. Eso es lo que Grisel teme. Su voz es muy fuerte, habla mucho y ríe por todo. Tiene un aire sereno. Pero tal vez no es serenidad sino expectativa de estar al día en todo lo que sucede a su alrededor porque piensa que de esa manera se puede disfrutar el día a día.
Grisel es de estatura y peso medio, tiene una alegría natural. Con esa misma naturalidad dice que haberse casado con Abel y tener la familia que tiene es algo maravilloso porque sin ellos no sería tan feliz como lo es ahora.
Abraham
Abraham es un joven que vive en Naucalpan. Tiene 24 años, no tiene hijos ni está casado, cosa rara ya que casi todos sus amigos están casados, tienen hijos, o las dos juntas. Más raro aún, es de los pocos que no desea casarse, ni tener hijos, bueno los hijos tal vez después.
En la vida de Abraham no hay lugar para los errores, pues en el lugar donde trabaja todo debe estar fríamente calculado y bajo control (usualmente todo es un desastre y se trabaja al bomeberazo). Su vida ha sido un ir venir en la ciudad y sus alrededores, desde el kínder y hasta el diplomado, ha sobrevivido al metro, metro bus, tren suburbano, taxis, autobuses, microbuses y ocasionales aventones, debería de compararse un auto, pero no lo hace porque no le gusta deber dinero.
Abraham va casi todos los sábados al cine y come palomitas hasta que le duele el estómago. Teme no ser una persona “exitosa”, pero teme más no ser feliz. Su voz es muy particular, habla poco cuando no se siente en confianza y ríe a cada rato cuando esta relajado. Tiene un aire de soberbia. Pero tal vez no es soberbia sino confianza en su esfuerzo, trabajo y dedicación.
Abraham es alto, llenito, “apiñonado”, de manos y pestañas grandes, tiene los pelos parados, en resumen tiene “no sé qué, que qué se yo” natural, que da gracia y llama la atención. Con esa misma naturalidad dice que un día, tal vez no hoy tal vez no mañana, ayudará a cambiar el mundo.
En la vida de Abraham no hay lugar para los errores, pues en el lugar donde trabaja todo debe estar fríamente calculado y bajo control (usualmente todo es un desastre y se trabaja al bomeberazo). Su vida ha sido un ir venir en la ciudad y sus alrededores, desde el kínder y hasta el diplomado, ha sobrevivido al metro, metro bus, tren suburbano, taxis, autobuses, microbuses y ocasionales aventones, debería de compararse un auto, pero no lo hace porque no le gusta deber dinero.
Abraham va casi todos los sábados al cine y come palomitas hasta que le duele el estómago. Teme no ser una persona “exitosa”, pero teme más no ser feliz. Su voz es muy particular, habla poco cuando no se siente en confianza y ríe a cada rato cuando esta relajado. Tiene un aire de soberbia. Pero tal vez no es soberbia sino confianza en su esfuerzo, trabajo y dedicación.
Abraham es alto, llenito, “apiñonado”, de manos y pestañas grandes, tiene los pelos parados, en resumen tiene “no sé qué, que qué se yo” natural, que da gracia y llama la atención. Con esa misma naturalidad dice que un día, tal vez no hoy tal vez no mañana, ayudará a cambiar el mundo.